FRENECTOMIAS

Los frenillos son un tejido fibroso muscular que se inserta cerca de la encía y permite el movimiento de los labios y la lengua.

En algunas ocasiones, estas inserciones musculares se sitúan demasiado cerca del diente, causando daños en el tejido de soporte. Si no se realiza este procedimiento, pueden presentarse complicaciones.

 

 

¿Qué es una frenectomía?

Es una intervención quirúrgica mínimamente invasiva que corrige anomalías en los frenillos labiales o linguales. Generalmente, se realiza con anestesia local.

 

 

¿Cuáles son las indicaciones?

La frenectomía puede ser necesaria en los siguientes casos:

• Diastemas: Frenillo ubicado muy cerca de los dientes, causando un espacio entre ellos.
• Problemas de pronunciación: Cuando el frenillo lingual impide el correcto movimiento de la lengua.

 

 

Tipos de frenectomía

El procedimiento varía según el frenillo que necesite tratamiento:

• Frenectomía lingual:
  Cirugía en el frenillo ubicado en la base de la lengua que impide su movimiento normal, dificultando la pronunciación, succión y deglución.

• Frenectomía labial superior e inferior:
  En casos de frenillos labiales mal posicionados, pueden surgir problemas estéticos, como diastemas (espacio entre los dientes), y afectaciones en el tejido de soporte que podrían llevar a la pérdida dental.

 

 

¿Cómo se hace una frenectomía?

Después de una valoración clínica considerando la edad, el desarrollo dental y la necesidad del procedimiento, se aplica anestesia local en la zona de la cirugía. Luego se realiza una incisión en la base del frenillo y se colocan puntos de sutura reabsorbibles.

Este procedimiento puede hacerse con electrobisturí o láser, lo que facilita una recuperación más rápida.

 

 

Preguntas frecuentes

 

¿Cuánto dura el procedimiento?

El procedimiento, realizado con anestesia local, tiene una duración aproximada de 30 minutos.

 

¿Cómo es la recuperación?

• La recuperación es buena y generalmente se recetan medicamentos para el dolor, sin necesidad de antibióticos.
• Se recomienda consumir alimentos a temperatura ambiente y bebidas frías.
• No introducir objetos en la boca ni retraer los tejidos para observar la zona de la cirugía.
• Mantener una higiene oral adecuada sin alterar la rutina diaria.